Entro al café y te veo...
Miras sin ver... ¿o ves más allá?
En mi sentir evocas un recuerdo perdido...
Eres el vivo retrato de ti cuando no exististe...
Hace diez años cuando te soñé...
Pido un segundo absoluto al dueño del tiempo
Y ocurre...
Yo diez años menos,
Tú, incólume, como la profunda oscuridad de tu mirada perdida.
Yo diez años más valiente,
Tú, me miras desde el infinito de tu presente dormido.
Miras..., pero dejas de hacerlo,
Diez años más, diez años menos...
La maldita realidad onírica y la otra también,
Me dejan en claro que no puedo alcanzarte...
Con elegancia y Justicia me dejas sentir que
En tu presente no podré quedarme...
Me traes el café que pedí,
Sabor de crepuscular melancolía,
De tibia frialdad,
Amargo y dulce,
Un café sabor a Vida...
Que solo puedes tomar en
"El café de los sueños dormidos"
